Una constante en las ciudades es que la policía tenga problemas con los ciudadanos y también, que los ciudadanos tengan problemas con la policía. Esa dinámica es difícil de superar, incluso en los países desarrollados en los que este organismo del orden público responde solo a las instituciones democráticas.
Por muchos años, las policías en las ciudades han estado asociadas a imágenes de represión, vejaciones y violaciones de derechos humanos, o simplemente son percibidas como grupos al servicio del gobierno y no de la ciudadanía.
Cambiar esa perspectiva es sumamente difícil, especialmente en sociedades que han tenido diferentes traumas. Pero al mismo tiempo, es imprescindible superar esa visión negativa de la policía para lograr una política de seguridad urbana en la que los ciudadanos tengan confianza en la policía y puedan acudir a ella siempre que sea necesario.
Depuración y reparación
Los cuerpos policiales, después de haber protagonizado eventos vejatorios o violatorios de los derechos humanos, necesitan iniciar un proceso de depuración de la plantilla para excluir a sus responsables. Asimismo, deben ser excluidos todos los policías que hayan participado en prácticas de extorsión o que opten por la ilegalidad y el abuso de sus funciones, especialmente en actividades cotidianas.
A partir de ahí, desde la policía se hace estrictamente imperativo participar en un proceso de reparación, junto con sectores de la sociedad civil. Hay países donde los cuerpos policiales se han refundado, pero sea cual sea la circunstancia, la policía debe ser proactiva en la reparación con las víctimas de sus acciones y así, ganar confianza con la ciudadanía para que esas situaciones no se repitan.
Cumplir compromisos y reformas acordadas
Los policías deben llegar a acuerdos con los gobiernos y la sociedad civil. Específicamente, para recuperar la confianza, deben cumplirlos de manera estricta. Es decir, si en diálogos con las víctimas, toman decisiones correctivas, estas deben ser cumplidas y no evadidas o postergadas.
Por otra parte, los cuerpos policiales necesitan de reformas estructurales para poder estar al servicio de la ciudadanía y siempre sujetos al poder civil.
Evaluar respuesta de la ciudadanía
Los ciudadanos siempre van a necesitar a la policía, especialmente en las ciudades donde existe alto índice de criminalidad. En ese contexto, los cuerpos policiales pueden manejar estadísticas de sí los ciudadanos están recurriendo más a la policía cuando se producen estas situaciones, y si los propios policías están resolviendo de forma ágil los casos y las investigaciones.
Adicionalmente, el cuerpo de policía, de igual manera, debe respetar de forma contundente las denuncias hechas por las personas. Todas ellas deberán mantenerse activas y los policías deben entender el descontento de los ciudadanos y trabajar para subsanarlo. Solo así, con acciones fuertes y decisivas es que las personas podrán crear confianza en la policía que tanto necesitan.